11 mar 2008

Julio 2005 - Camino de Santiago (Introducción)

El camino de Santiago es una buena ruta para quien empieza en el cicloturismo. Es perfecto para una toma de contacto con lo que significa ir en bici día tras día cargando unas alforjas. Es un viaje muy cómodo. Por una parte, no es necesario un estudio previo de la ruta a seguir. En verdad, no haría falta ni un mapa. No tiene ningún riesgo de pérdida. Desde que se sale en Roncesvalles sólo hay que seguir las flechas amarillas, están por todas partes. Además el camino está muy transitado por peregrinos de todas partes del mundo, especialmente los últimos tramos, por lo que la mayoría de pueblos están preparados para aprovecharse de este filón. En todos lados se encuentran bares, restaurantes, albergues, fuentes,... que facilitan muchísimo la logística del viaje.
Además, tampoco conviene olvidar que se trata de un viaje por las españas, y que poder hablar en castellano con todo el mundo y que te entiendan es muy cómodo para los que chaporroteamos el inglés.
TIMING: Fue nuestra primera experiencia con alforjas así que planeamos los tiempos con mucha cautela. Nos reservamos 11 días para recorrer el trayecto desde Roncesvalles (Navarra) a Santiago, aún así no estábamos seguros de que nos fuera a dar tiempo a recorrer los más de 700 kilómetros de distancia. En realidad el camino no es tan duro como parece, las partes más montañosas son las del comienzo en Navarra y el trayecto final. Se hacen especialmente duras las últimas etapas, desde que el camino entra en Galicia la ruta que por Castilla era plana y cómoda se convierte en un continuo subir y bajar que agota las piernas de los novatos. A pesar de estos tramos más duros, y a pesar de que no nos habíamos preparado de una forma especial, en nueve días ya estábamos en Santiago. Así que nos sobraron dos para disfrutar de la ciudad. Eso supone una media de unos 80 kilómetros diarios.
No es imprescindible ninguna preparación física importante, simplemente con estar acostumbrado a salir en bicicleta de vez en cuando (una-dos salidas de 20-30 km. por semana) es suficiente. De hecho tampoco es necesario estar acostumbrado a ir en bicicleta. Durante el recorrido, conocimos a Marcelo, un personaje brasileño que no iba en bici desde que era niño, se compró la bici más barata del Decathlon, unas alforjas y se hizo el camino con nosotros. Resulta increíble descubrir que se puede llegar muchísimo más lejos de donde imaginas que está tu propio límite físico. El simple hecho de marcarte una meta lejana y de hacer una ruta sin vuelta atrás (cada día p'alante) te da un extra de fuerza que no conocías. Resulta sorprendente comprobar que cuando sales en bici cerca de tu casa no eres capaz de hacer más de 40-50 km. en una salida, y sin embargo, en una ruta larga como ésta te puedes llegar a cascar más de 100 km. y al día siguiente 80 más. Es el poder de la voluntad, el esfuerzo por alcanzar una meta y por avanzar cada día un poco más.
MATERIAL: El material que llevábamos fue:
ROPA:
- Dos/Tres mudas de ir en bici. (Dos culots y tres camisetas más guantes, casco, bambas,...) En la mayorías de albergues hay servicio de lavadora.
- Ropa contra la lluvia: Es probable que en la zona de León y Galicia se pueda pillar algún día de lluvia. Es recomendable llevar pantalón y chaqueta impermeables y a poder ser de algún material transpirable (Gore-Tex, ...)
- Saco de dormir: No hace falta tienda de campaña, la red de albergues es muy extensa.
- Una muda de recambio: No hace falta parecer un peregrino 24 horas al día.
MATERIAL PARA LA BICI:
- Tres o cuatro cámaras de recambio más una cubierta
- Un cable de recambio (para frenos o cambio)
- Herramientas para cambiar ruedas, cadena, cables.
- Botellín de agua grande. Aunque hay muchas fuentes por el camino, dependiendo la época del año puede llegar a hacer mucho calor.
- Gafas de sol y crema solar (muy importante)
COMIDA:
- Aunque todas las comidas las hicimos en bares, conviene llevar algo para los momentos de bajón, como barritas o algo energético.

Presentación

Todo empezó en julio de 2005 cuando un grupo de amigos decidimos hacer el camino de santiago en bicicleta. Descubrimos una nueva forma de viajar, una manera de visitar nuevos lugares a un ritmo diferente: ni la lentitud del peregrino que va a pie, ni la velocidad del japones sin tiempo libre. Al ritmo adecuado para conocer.
He creado este blog para compartir estas experiencias con los que os animéis a viajar encima de una bici y cargando unas alforjas. No esperéis encontrar ni grandes gestas de aventureros arriesgados, ni enormes sacrificios de deportistas extremistas. Aunque hemos vivido momentos de verdadero sufrimiento, nuestra máxima ha sido siempre la ley del equilibrio: lo que quemamos en la bici nos lo metemos en birras. Los momentos de sufrimiento tienen que ser recompensados.